La utilización política de la Biblia

La Biblia no es propiedad exclusiva de las iglesias cristianas, sino patrimonio de la humanidad. Es un libro o, si se prefiere, un conjunto de libros, susceptible de ser leído desde perspectivas diversas: desde el punto de vista histórico, arqueológico, antropológico, teológico. Está claro que es un libro con un fuerte componente político. El centro mismo de la fe bíblica narra un acontecimiento político: Dios que se revela en la liberación de un pueblo esclavo al que desea conducir a una tierra de libertad. El modelo exódico-liberador se ha convertido en inspirador de empresas políticas diversas. Se expondrá brevemente este esquema bíblico y se hará ver su hondo sentido personal y social. Posteriormente se eligen cinco escenarios políticos en que la influencia de la Biblia, y concretamente de su modelo exódico-liberador, han tenido una gran influencia. Son esquemas de la modernidad, de cuando la Biblia, tras el descubrimiento de la imprenta y de sus traducciones a las lenguas vernáculas, pudo ser leída por el pueblo. Se expondrá el uso de la Biblia en la política de los Estados Unidos, en el actual Estado de Israel, en la Sudáfrica del apartheid, en Latinoamérica y en el Reino Unido. El uso de la Biblia se ha realizado desde perspectivas y con repercusiones políticas muy diferentes. Pensemos en el uso de Trump o de Martin Luther King; en la Teología de la Liberación o en la Teología de la Prosperidad, ambas con hondas raíces latinoamericanas. La lectura crítica de la Biblia no es imparcial ante estas lecturas.