Nuestra época se caracteriza, entre otros rasgos, por una falta de compasión y misericordia hacia el prójimo, pero también por una confianza desmesurada en la capacidad de la técnica para modelar la conducta humana. ¿Qué papel juegan las emociones en el juicio público? ¿Cómo construimos una racionalidad pública humanista y pluralista? Para alcanzar una vida colectiva plena requerimos lo que Whitman llamaba «imaginación literaria», algo que es parte importante de la racionalidad pública. En «Justicia poética. La imaginación literaria y la vida pública» la filósofa estadounidense Martha Nussbaum reflexiona sobre estos tópicos.

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